Es fundamental comprender la oclusión dental para mantener una función masticatoria adecuada y prevenir problemas a largo plazo. Durante el estudio de la oclusión, se evalúa la relación de los dientes en diferentes posiciones y movimientos, así como la forma en que se distribuye la carga de masticación.

El objetivo principal es lograr una oclusión equilibrada y estable, donde los dientes se ajusten correctamente y no haya interferencias que puedan afectar la función y la salud dental. Esto implica analizar la forma de los dientes, la articulación de la mandíbula, los músculos y las estructuras relacionadas.

A través del estudio de la oclusión, los profesionales de la odontología identificamos problemas como mordida desalineada, bruxismo (rechinar de dientes), desgaste anormal de los dientes y trastornos temporomandibulares. Con esta información, se pueden planificar tratamientos personalizados para corregir y mejorar la oclusión, proporcionando una función adecuada y una sonrisa saludable.