El mal aliento, denominado técnicamente como halitosis, es uno de los problemas relacionados con la salud oral que afecta y preocupa a un mayor número de personas. Se trata de una afección desagradable que puede hacer sentir incómoda a la persona que lo padece, y que puede llegar a afectar a sus relaciones sociales. Afortunadamente, existen muchas formas de combatir el mal aliento, como veremos en el siguiente artículo.
La halitosis o mal aliento hace referencia al conjunto de olores desagradables que se producen en la boca. El mal olor que se desprende de la boca o al exhalar aire por la nariz, generalmente se produce por la presencia de bacterias en la boca y en la superficie de la lengua. Cuando dichas bacterias se descomponen, producen una serie de compuestos volátiles sulfurados (CVS), que desprenden un olor desagradable.
En función de su origen, existen dos tipos de Halitosis: la Halitosis oral y la Halitosis extraoral.
Como vemos, existen diferentes tipos de halitosis, y dependiendo de las causas, se puede solucionar con un tratamiento específico. A continuación, ofrecemos algunos consejos muy eficaces para tratar el mal aliento, y que podemos poner en práctica de forma habitual:
Lo ideal es cepillarse los dientes tres veces al día, después de las comidas, y para que el cepillado sea efectivo, debemos hacerlo durante al menos dos minutos. Y recordad, el cepillado nocturno es el más importante, ya que de este modo combatimos las bacterias de la boca durante la noche.
Para combatir el mal aliento y mantener una óptima salud bucodental, es muy importante limpiar la lengua. De esta forma eliminaremos los restos de placa bacteriana o biofilm que se acumulan entre las papilas gustativas y pliegues de la lengua. Lo recomendable es utilizar un raspador lingual o cepillar de forma suave la superficie de la lengua.
Tampoco debemos olvidar el uso del hilo dental en nuestra rutina de higiene bucodental. La seda dental nos va a ayudar a eliminar los restos de alimentos que son menos accesibles, y que posiblemente no se eliminan del todo durante el cepillado.
Completa tu rutina de higiene con un enjuague bucal, dejará nuestra boca completamente limpia y mantendrá el aliento fresco.
Mantenerse hidratado es vital para la salud en general. Pero además, la hidratación ayudará a acabar con la sequedad y la falta de salivación, y con ello frenaremos el mal aliento producido por esta circunstancia.
Tanto el tabaco como el alcohol son perjudiciales para nuestra salud y causan mal aliento. Dejar de fumar y controlar la ingesta de alcohol son soluciones muy eficaces.
Para combatir el mal aliento es recomendable consumir alimentos que favorezcan la salivación, como la fruta fresca y las verduras crujientes, como manzanas, apios, zanahorias, que ayudan a eliminar los restos de alimentos que se quedan acumulados entre los dientes. Los caramelos y chicles sin azúcar también contribuyen a estos beneficios.
Consultad a vuestro odontólogo periódicamente para prevenir cualquier tipo de enfermedad bucal, y en los casos de halitosis, nos podrá ofrecer instrucciones más precisas para solucionar el mal aliento.
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