El uso de retenedores es muy habitual entre aquellas personas que se han sometido a algún tipo de tratamiento de ortodoncia. Para entender la importancia del uso de los retenedores, debemos tener en cuenta que la estabilidad después de la ortodoncia es primordial para no considerar que se ha perdido el tiempo con el tratamiento.
Debemos evitar tener que recurrir a un “retratamiento” de ortodoncia, puesto que los dientes tienden a moverse influidos por varios factores como la constante presión de la lengua, la forma de la mordida, el desgaste de los dientes con el tiempo, etc.
El objetivo del uso de los retenedores es minimizar el movimiento dental y mantener las correcciones conseguidas con el tratamiento de ortodoncia. Es de vital importancia colocar los retenedores inmediatamente después de terminar el tratamiento de ortodoncia, pues, como dijimos, los dientes tenderán a moverse hacia su posición inicial y pueden desalinearse.
Si no se usan retenedores tras la ortodoncia, los tejidos gingivales o periodontales podrían verse afectados por la movilización de los dientes tratando de volver a su posición anterior. Y es que la fase más crítica de las ortodoncias se produce entre los primeros meses y el año siguiente tras la finalización del tratamiento, aunque en ocasiones, el uso de los retenedores se prescribe para periodos de tiempo mucho más largos, incluso para toda la vida.
En este sentido, debemos seguir las recomendaciones que nos indique nuestro ortodoncista con respecto al uso de los retenedores dentales, ya que cualquier anomalía puede generar resultados perjudiciales para nuestra salud bucodental.
Existen distintos tipos de retenedores dentales, unos que se deben poner de forma permanente o fija y otros que se pueden poner y quitar, removibles, y dependiendo de cada caso, se recomendará la colocación de un tipo u otro.
Los retenedores fijos son unos finos alambres adheridos con composite que se colocan en la parte interna de los dientes, de colmillo a colmillo, y pueden ir en la arcada superior, en la inferior o en ambas.
Las causas por las que generalmente se colocan los retenedores fijos son:
Estos retenedores fijos van a proporcionar una retención permanente aplicando fuerza y manteniendo la posición de los dientes tras el tratamiento de la ortodoncia durante las 24 horas del día. Y al ser fijo, los pacientes pueden olvidarse de ponérselo, ya que permanece siempre en los dientes, incluso durante años.
Además, son una solución muy estética, ya que no se ven, y tampoco interfieren en el habla, pudiendo realizar una vida completamente normal olvidándose de que los llevan puestos.
Los retenedores removibles tienen la principal característica de que son de quita y pon, es decir, que tras un tratamiento de ortodoncia, los pacientes pueden retirarlos para lavarse los dientes y para poder comer más a gusto y volver a colocárselos de nuevo.
En cuanto a los tipos de retenedores removibles, podemos encontrar los siguientes:
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